Creo que una de las cosas que peor podemos llevar los opositores es estudiar cuando los demás disfrutan, las épocas festivas son francamente duras. Estudiar en verano, en carnavales, en Semana Santa, en Navidad… son momentos donde la vocación se nos hace un poco cuesta arriba, y donde empiezan las frases odiosas (algún día hablaremos de ello) de toda esa gente, cargada de tanta buena intención como de ignorancia hacia lo que es opositar, que suenan así: pero bueno ¿no puedes descansar un poco? ¡pues mira no!

 

No… o sí. Sí, porque los opositores tendemos al no, no puedo salir, no puedo quedar, no puedo ir, no puedo descansar, y es un poco verdad, pero como siempre con moderación. Mi propósito para este año será decir un sí por cada no que regalo alegremente.

 

Es cierto que tenemos nuestros horarios, que tenemos que cumplirlos, más bien que queremos cumplirlos y que eso requiere ciertas renuncias, requiere tiempo, y supone no disfrutar las cosas como lo hace nuestro entorno. Pero… es que no hay una sóla forma de disfrutar o de ser feliz, por eso tenemos que buscar la nuestra.

 

Opositar en navidad, al final es opositar y punto, pero con la excusa perfecta para regalarnos ratitos… los necesitamos, los queremos y nos los merecemos, y aunque en navidad muchos de nosotros solemos tener una semanita de vacaciones no nos engañemos, al final esta época es todo diciembre y algo de enero, eso es así, y una semana no sabe a nada.

 

Hoy os quiero proponer disfrutar de la navidad, dentro y fuera del opozulo. No es imposible, y puede resultar hasta agradable. Así que como regalo adelantado de Papá Noel os doy algunos de los tips que a mi me vienen bien y que sigo en esta época. A algunos os parecerá una locura, a otros os servirá para ver que no sois los únicos que pensáis así y a lo mejor incluso os doy alguna idea. ¡Vamos allá!

 

Decorar: creo que esto es el primer paso para sentir que la navidad también existe para ti. No hace falta ser una hortera, yo sí lo soy, pero no es necesario.

Una pequeña guirnalda en la pared, una flor de pascua en el escritorio, un bolígrafo con forma de muñeco de nieve, incluso ponerle al ordenador un fondo de pantalla de la época… yo lo tengo todo, pero tú puedes incorporar lo que más te guste. En mi opinión, introducir algún elemento nuevo en el opozulo es como abrir una ventana y sentir el aire en la cara. No te vistes igual en verano que en invierno así que...¿ por qué debería hacerlo el opozulo?

 

El calendario de adviento: colocar el calendario de adviento en el opozulo, o cerca del escritorio es una buena idea para tener, durante todos los días de diciembre, ganas de acercarse a él. Y es que no siempre tenemos ansias de sentarnos cada mañana y sacar los libros, pero siempre nos apetecerá más ir a nuestra mesa y comernos la chocolatina de turno. Sin darte cuenta, la navidad te va a llevar a tu silla y ya que estás empiezas la jornada.

 

Regálate momentos: El clásico calendario de adviento del que hablamos consiste en sacar una chocolatina o golosina por cada día de diciembre. Pero ¿y si creamos nuestro Opocalendario de adviento? suena a locura, pero no! hay muchos calendarios que traen los compartimentos de cada día vacíos para que tú lo prepares a tu gusto. (Os muestro un ejemplo en las fotos). Pues bien, hazte con uno y coloca en cada casilla un regalo, un regalo de verdad, lo que todos los opositores valoramos realmente:

Día 1 un cine con tus amigas, Día dos: dormir una hora más por la mañana, Día tres: hoy tu comida preferida, Día 4 estrena cuaderno, Día 5 cerrar el opozulo una hora antes…

 

Regálate momentos y disfruta de la Navidad. No te vuelvas loco, cuando lleves tres años opositando o cuatro o los que sean, no recordarás aquella tarde que te regalaste, pero lo habrás disfrutado, y créeme, ganarás salud.

 

Sal: tal cual, sal a la calle, no te pierdas el frío de diciembre, en ningún otro mes es igual. Sal y ve a disfrutar de las luces de tu ciudad, nunca brillan como en diciembre. Sal y estrena el gorro de lana que nunca abriga igual que en diciembre. Y si tienes que levantarte una hora antes hazlo, y luego sal, sal a pasear por tu localidad, reúnete con tus amigos, con los que no te entienden cuando te encierras a estudiar y con los que sí, visita a tu familia, compra regalos, y si vas en coche escucha villancicos. Sal. Hay vida fuera del opozulo, y la Navidad que se va, no vuelve.

 

Espero que os sirva de algo todo esto, yo me lo aplico todo, y aun es pronto para deciros si me va bien, pero no me va mal.